Sobre nosotros

Fundado como un acto de servicio sagrado. El Jardín de la Paz es un espacio seguro para acceder a las terapias chamánicas de plantas medicinales del Perú, incluyendo La Madre Ayahuasca. Nuestro deseo es ayudarte a sanar en muchos niveles y crecer para que puedas vivir plenamente y desde el corazón, así de simple. Conoce a nuestro equipo de curanderos y personal aquí.

Nuestros sanadores tradicionales te guiarán a través de este trabajo transformador basado en miles de años de sabiduría en un entorno seguro y centrado, con acceso las 24 horas del día a personal de habla inglesa. Para aquellos que se sientan llamados a ello, este camino de sanación es un verdadero cambio de vida. Estamos aquí para facilitar ese cambio.

La Ayahuasca y las plantas maestras pueden ayudar en el tratamiento de muchas condiciones físicas, emocionales, psicológicas y espirituales. Hemos tenido un excelente éxito en particular con la depresión y la ansiedad, fatiga crónica, artritis, enfermedades autoinmunes, trauma, dolor, adicciones, trastornos emocionales y más. A menudo, las afecciones graves requieren una estancia más larga, que podemos acomodar caso por caso.

Muchas personas también experimentan una profunda limpieza, perspicacia e inspiración, Más información sobre las experiencias de nuestros huéspedes

• Facilitar humildemente el compartir este medio sagrado de sanación con aquellos que se sientan llamados a ello en un entorno seguro, honesto y centrado, con el fin de alimentar el bienestar y la armonía tanto individual como colectiva.
• Respetar y honrar las tradiciones, los conocimientos, la cultura, la comunidad y el entorno en el que vivimos y trabajamos.
• Canalizar los recursos materiales generados por El Jardín de la Paz hacia actividades filantrópicas de apoyo a la comunidad local y al medio ambiente. Entre ellas se incluyen la compra de más tierras para proteger la selva autóctona de la deforestación, la ejecución de proyectos de energía sostenible en la comunidad local y la contratación de trabajadores locales siempre que sea posible.
• Respetar las creencias, objetivos, necesidades e identidades individuales de todas las personas y facilitar el intercambio de sabiduría en beneficio de todos.
• Cultivar y replantar flora medicinal, incluida la ayahuasca, como parte de una filosofía general de vida sostenible, responsabilizándonos de lo que utilizamos y producimos.